Pretendieron excusarse cuando regresasteis a ellos [de la batalla]; ahora diles [¡Oh, Muhámmad!]: “No os excuséis, pues no os creeremos, Dios ya nos ha informado sobre vosotros”. Dios y luego Su Mensajero observarán lo que hacéis [y ello dejará al descubierto si sois sinceros o no], finalmente compareceréis ante el Conocedor de lo oculto y lo manifiesto, que os revelará lo que solíais hacer.