Jesús hijo de María rezó: “¡Oh, Dios [te imploro porque Tú eres] nuestro Señor! Haz que descienda una mesa servida del cielo que sea para nosotros un acontecimiento festivo, tanto para los primeros como para los últimos [de nuestra nación], y un milagro proveniente de Ti. Concédenos Tu favor, pues Tú eres el mejor de los sustentadores”.