[El Día de la Resurrección] saldrán de sus tumbas para comparecer ante Dios, y los más débiles dirán a los soberbios [líderes de la incredulidad]: “Nosotros fuimos vuestros seguidores [en la vida mundanal]. ¿Nos libraréis ahora del castigo de Dios?” Dirán: “Si Dios nos hubiera guiado, os habríamos conducido por el camino recto1. Lo mismo da que nos desesperemos o que tengamos paciencia; hoy no podremos escapar del castigo”.